
He de reconocer que durante toda mi vida he creado una coraza que me blinda de todo aquello que me pueda hacer daño, pero sin embargo de unos años a esta parte he permitido abrir una ventanita a ese blindaje y mostrarme en estas páginas casi tal como soy, y digo "casi" porque totalmente nunca se abre uno del todo y siempre queda algo que el pudor o la intimidad no te permite contar.
Estoy recordando ahora una frase que después de muchos años de ir en silla de ruedas todavía me dicen algunas personas, supongo que con curiosidad o por deseo de alagar, no se: "No entiendo como has consentido ir en silla de ruedas cuando tu ibas tan bien con los bastones".
Yo sonrio y trato de dar una explicación, que se que no van a entender del todo, pero bueno....
Recuerdo que fui feliz con los bastones mientras fui joven, tenía fuerza, agilidad y ganas, pero fueron pasando los años y la fuerza se fue reduciendo, la agilidad perdiendo y a cambio gané kilos e incluso comodidad. Cada vez me costaba más trabajo desplazarme, andar o subir escaleras, por lo que en algunos momentos llegaba a desesperarme y supongo que desesperar a mis amigos cuando para andar cincuenta metros tenía que hacer cuatro o cinco paradas.
A raíz de una caída comenzó a dolerme un hombro y el codo, y cuando fui al médico lo que me dijo me dejó pasmado, pero me hizo reflexionar.
- Te voy a dar diez días de baja para que reposes, pero ten en cuenta que esto te va a suceder un si y otro también, porque tus brazos llevan aguantando un peso y un esfuerzo para el que no fueron creados durante 30 años. Así que tendrás que poner algún remedio.
Me lo pensé detenidamente y me busqué una formula que no me supusiese el gran esfuerzo para mis brazos.
- Voy a probar con una silla de ruedas, por lo menos por el barrio, que está bastante adaptado.
Me compré una silla de ruedas, unos buenos amigos construyeron en el portal de mi casa una rampa para poder acceder, porque tenía dos escalones y tuve mi primera experiencia con la silla de ruedas, que aunque cueste trabajo creer ha sido lo mejor que me podía suceder en los últimos años, pero ya les continuaré contando otro día.
Estoy recordando ahora una frase que después de muchos años de ir en silla de ruedas todavía me dicen algunas personas, supongo que con curiosidad o por deseo de alagar, no se: "No entiendo como has consentido ir en silla de ruedas cuando tu ibas tan bien con los bastones".
Yo sonrio y trato de dar una explicación, que se que no van a entender del todo, pero bueno....
Recuerdo que fui feliz con los bastones mientras fui joven, tenía fuerza, agilidad y ganas, pero fueron pasando los años y la fuerza se fue reduciendo, la agilidad perdiendo y a cambio gané kilos e incluso comodidad. Cada vez me costaba más trabajo desplazarme, andar o subir escaleras, por lo que en algunos momentos llegaba a desesperarme y supongo que desesperar a mis amigos cuando para andar cincuenta metros tenía que hacer cuatro o cinco paradas.
A raíz de una caída comenzó a dolerme un hombro y el codo, y cuando fui al médico lo que me dijo me dejó pasmado, pero me hizo reflexionar.
- Te voy a dar diez días de baja para que reposes, pero ten en cuenta que esto te va a suceder un si y otro también, porque tus brazos llevan aguantando un peso y un esfuerzo para el que no fueron creados durante 30 años. Así que tendrás que poner algún remedio.
Me lo pensé detenidamente y me busqué una formula que no me supusiese el gran esfuerzo para mis brazos.
- Voy a probar con una silla de ruedas, por lo menos por el barrio, que está bastante adaptado.
Me compré una silla de ruedas, unos buenos amigos construyeron en el portal de mi casa una rampa para poder acceder, porque tenía dos escalones y tuve mi primera experiencia con la silla de ruedas, que aunque cueste trabajo creer ha sido lo mejor que me podía suceder en los últimos años, pero ya les continuaré contando otro día.
Nota: La foto es del año 1997, y me he dado cuenta que apenas tengo fotos de pie y eso que me pasé mucho más tiempo con los bastones que en silla de ruedas, pero debe ser que antes las cámara no abundaban tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario