Ya les dije que llevo unos días dándole vueltas a la idea de
hacer unos vídeos en los que tratar asuntos de interés y publicarlos en mi
página de internet. Me parecía una idea interesante, aunque como me dijo por
Facebook mi amiga Mari Buzón, me pienso demasiado las cosas antes de hacerlas y
al final a todo le encuentro pegas.
He hecho por lo menos diez videos diferentes, y al final
ninguno me termina de gustar. Que si es un poco cutre, que no quedas bien, que
no te sale del todo como quieres, etc, etc, etc.
El final es que no he puesto ninguno, después que he escrito
los guiones diferentes de todos, he tenido que afeitarme todos los días para
grabar, algo que me revienta y los he grabado todos.
Al final esta mañana, mientras desayunaba me vino la
inspiración. ¿Por qué tiene que salir tu cara, tu cuarto y tus arrugas si tú
siempre has sido de radio?.
Así que no serían videos, sino que sólo se oiría mi voz, que
así me siento mucho más cómodo. Lo grabaré en la misma cámara de fotos, que es
como mis pies y mis manos porque me sirve para todo y después pasaré el MP4 a
MP3.
Una vez decidido y que ya tengo el guión hecho y sólo tengo
que grabarlo, me voy par mi casa y me preparo todo, pero cuando estoy por la
mitad me doy cuenta que hay un ruidazo de escándalo en la calle. ¿Qué es eso?.
Era el camión de limpieza de las alcantarillas, que lo tenía en la puerta y
como comprenderán no era plan. Borré la primera grabación y esperé a que se
fuera el camioncito para comenzar de nuevo la grabación.
Comenzamos de nuevo y cuando llevaría como 30 segundos
escucho un pip, pip, pip. ¿Qué pasa ahora?. Era la cámara que me decía que se
había acabado la batería. Cambiemos la batería y comencemos de nuevo, pero mi
gozo en un pozo, porque la batería de reserva resulta que también la tenía
descargada.
Nada, que me parece que tendré que grabar más tarde o mañana
Si es que yo no mandé a mis barcos a luchar contra los
elementos, así que será mañana.
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