No sé porque tenemos esos estereotipos.
Tú, flor silvestre, no eres flor, eres mala hierba y te deben arrancar. Hasta
aquellos que hacen bandera del ecologismo se olvidan que detrás de tu crecer
espontáneo también existe belleza. Pero no, deben arrancarte simplemente porque
siempre se ha hecho así.
No saben que tu vida es efímera.
No eres la planta perenne que continuará durante todo el año, sino que en unos
días o como máximo unas semanas dirás adiós y te secarás, para volver a renacer
con la llegada de la próxima primavera.
Para casi todos tú no eres bella,
eres simplemente un yerbajo, aunque tu colorido sea el mismo que el de la
elitista rosa, el estirado clavel o las frondosas margaritas.
Me gustas porque a ti nadie te echará
nunca una gota de agua, nadie hará una poesía, nadie te mirará ni un segundo, y
si lo hacen es para ver cómo pueden arrancarte.
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