Días de pasión para los políticos,
sobre todo para la tele política que anda un tanto loca con la fecha del posible
debate.
Al final parece que Pedro Sánchez
ha pensado que no es bueno negarse a hacer dos debates. ¿Por qué dos y no tres?
O cuatro o cinco o seis. ¿Por qué no hacer ninguno en la cuatro y Telecinco? A
lo mejor se podría hacer incluso el GH Debate, presentado por Jorge Javier
Vázquez o Paz Padilla, llevándose encerrados dos o tres días y el que gane que
le regalen por ejemplo 100.000 votos.
También se me ocurre que podrían hacer
un debate en la tele de mi pueblo, que es Costa Noroeste. ¿Alguien cree que
después del debate del día 22, van a tener algo nuevo que contar el día
siguiente, 23?
Estos políticos nuestros con tal
de entretenerse y distraer a los periodistas y los politicólogos, que palabra más
fea carajo, son capaces de cualquier cosa, aunque los ciudadanos estén más
pendientes de nazarenos, penitentes, procesiones, torrijas, arroz con leche y
hasta arroz con castañas, que de lo que nos puedan contar unos y otros.
Yo, esta mañana, cuando pensaba
que el debate sería el 23, pensaba desayunar pan con lomo con manteca colorá,
que no soy mucho de pensar si es viernes santo o no. Cuando me enteré de que el
debate era el 22, yo también cambié de opinión y como mis compañeros de
desayuno querían churros, me fui a la plaza de abasto de Sanlúcar, que han
puesto una churrería, y compré churros para todos, que un día es un día y a ti te
encontré en la calle.
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