Hay una cosa que me revienta de los
días posteriores a las elecciones, a todas las elecciones, y estas no iban a ser
menos.
Es cuando los que han perdido las
elecciones, los que no han ganado, dicen aquello de “Felicito a los ganadores,
pero creo que deberían…”.
Aunque pueda parecer un poco
bruto lo que voy a decir, y como lo voy a decir, pero si me gusta ser muy
clarito.
Oiga, se ha dado cuenta que lo
que usted diga me importa tres pimientos, y eso es tan democrático como decirles:
¿No cree que si los ciudadanos, los votantes, quisieran que se hiciera lo que
usted me dice le habrían votado a usted? ¿Ha pensado que a lo mejor se trata de
que en estos momentos los ciudadanos, los votantes, no quieren eso que usted
intenta contarme, decirme o imponerme?
Po eso…
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