En estos dos días son unas cuantas,
un buen número, las personas que me han parado por la calle para decirme
felicidades, por los resultados que ha tenido Víctor Mora en las elecciones del
domingo, supongo que porque me relacionan con Mora.
Pero no sólo felicidades, sino
que algunas personas me dicen aquello de dile a Víctor, creyendo que yo estoy
todo el día metido en el despacho del Alcalde, sin saber que con la silla que tengo
ahora no puedo subir ni en el ascensor, que gobierne con fulanito, con este,
con el otro, con el de la moto, o que gobierne sin nadie.
Lo que no saben esas personas es que,
aunque yo por cortesía les diga que sí a todo, no le voy a decir absolutamente nada a
nadie, que creo que a los gobiernan se les debe dejar completamente tranquilos
y sin intentar influenciarlos, ni intentar enterarse de lo que piensan.
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