Las figuritas de plástico

Imágenes ya pintadas

En mis ratos libres, en ese tiempo que dedicamos a dormir dos horas de siesta o a ver el Sálvame de turno, he decidido hacer algo que me guste, algo que me divierta, y he aquí que un día encontré una diversión que me apetecía.

Pintar figuras, cosa que vengo haciendo desde que hace unos meses hice un curso de belenismo. Ustedes dirán que es muy pronto en abril para esas cosas, pero es que este año me apetecía poner un belén completo, pero no un belén grande, que ni tengo ganas, dinero, ni espacio; así que un día se me ocurrió una idea que me fascinó: Intentar hacer un belén con aquellas figuras de plástico que todos teníamos en casa en los años setenta, pero intentando convertirlas en figuras que parecieran de barro, con sus pinturas, sus veladuras e incluso intentando envejecerlas.

Lo primero era buscar las figuras y se me ocurrió localizar algunas en una página de internet que se dedica al coleccionismo y a vender objetos antiguos, y allí me vendieron un montón de muñequitos de plástico por unos veinte euros, unos en mejor y otros en peor estado.

Cuando los tuve en mi casa lo primero era lavarlos, limpiarlos y quitarles con un cutter todas las rebabas e imperfecciones que tenían de los moldes. Luego una capa de imprimación y por último pintura, betún de judea, polvo de talco, trapo y por supuesto mucha paciencia porque yo no sé si se habrán dado cuenta pero la figura más grande es como un mechero, como se puede ver en la fotografía.

Ya tengo terminadas las cuatro figuritas que pueden ver en la foto y me han quedado mucho mejor de lo que se ve en la imagen, que con la falta de luz y el flas han quedado un poco raras, pero les aseguro que son mucho más bonitas y a las personas que se las he enseñado les ha gustado.

Como ven, tengo trabajo para rato.

Figuras antes de pintar