domingo, 12 de abril de 2015

Los geranios libres


El pasado lunes me di mi paseíto mañanero. Le tocó ir por la Avenida de la Marina, pero llegando ya casi al Camino de Rota, allí donde los jaramagos crecen ya en medio de las pocas viñas que quedan. Un tranquilo paso que permite tomar el sol, pararme a ver todo aquello que te me guste, hacer fotos a lo que me apetece o me llama la atención, meditar, que en soledad se medita tranquilamente, pararme donde me parece y coger mi cuaderno, mi libro o lo que sea y escribir, leer o simplemente mirar y oír como cantan los pájaros, que es una muy buena terapia.

He aquí que ya donde termina el camino, en un campo totalmente abandonado, en un camino ya pedregoso y un tanto desangelado encontré que esto geranios no necesitan que nadie los riegue, que ninguna persona los pode o los trate, y como en total libertad son capaces de crecer bellos en medio de casi la nada.

No hay comentarios: