martes, 27 de septiembre de 2016

Euros y pesetas

Esta mañana fui a comprar especias reunidas, que es la que se utiliza para los caracoles, para el menudo y para otros platos. Como uno es antojadizo por antonomasia al ver en la frutería los aguacates y los mangos, se me antojaron y compré cuatro aguacates, dos mangos grandes y dos sobrecillos de especias reunidas. No voy a decir en que frutería porque eso da lo mismo, en todas tienen poco más o menos el mismo precio.
En total once y cincuenta céntimos. Me pareció un poco caro, pero bueno, lo pague y me fui.
Cuando iba por el camino es cuando estuve haciendo la cuenta y descubrí que me había costado 1826 pesetas. ¡1826 pesetas!. Yo les puedo asegurar que si el señor me dice que son 1862 pesetas, le dan viento fresco a los aguacates y a los mangos, por muy grandes que fueran, y me habría ido a mi casa sólo con las especias reunidas, que vale cuarenta céntimos.
Estoy convencido que a todos nos pasa lo mismo, que cuando nos hablan en euros, a pesar de que ha paso mucho tiempo que los llevamos utilizando, el chip sigue sin haberse reseteado y  aun no somos conscientes de la cantidad de dinero que es cuando nos dicen cuatro, cinco o diez nos parece menos de lo que es, así que yo a partir de ahora lo que voy a hacer es cuando me den un precio traducirlo a pesetas, aunque me llamen antiguo, que me da igual, porque estoy convencido que si lo traduzco no compro ni la mitad de las cosas que ahora compro, y que muchas de ellas son innecesarias.

No hay comentarios: