Ayer domingo y hoy lunes, medio Sanlúcar
de Barrameda se encuentra en el Rocío, leo en un periódico mientras desayuno en
bar hoy más solitario, El sudoku de pactos locales condiciona la investidura de
Sánchez.
Y tiene razón el periódico,
porque menudo lío que tienen armado, que no sé cómo van a salir de él, porque están
todos entre si me das te doy, si te quito… pero a ti ni agua.
Que dice Pablo Iglesias que el
resultado "decepcionante y malo" de Podemos está en la falta de
liderazgos regionales.
Po nada, sigamos echando la culpa
al de al lado, que yo no tengo ninguna, en que hasta el sol salió para
alumbrarle.
Ah, y me dicen, lo mismo no es
verdad, que cuando termino la rueda de prensa, se le escuchó decir por los
pasillos, Y además yo quiero ser ministro.
Y como el resultado ha sido
decepcionante, por supuesto que no por su culpa, pues Iglesias pedirá a Sánchez
ser ministro con cartera social. ¡Qué cosas!
Y mientras otro titular nos
informa que el PP, está pendiente de los pactos para calmar los incendios internos.
¿Pues no decía Pablo Casado que
había ganado y se puso más contento que unas pascuas? Que cosas…
Y leo que el Cs estará
“vigilante” ante posibles “irregularidades” en el trato a presos.
Lo de esta gente es de sillón de siquiatra,
creen que son los únicos puros, los únicos transparentes, los únicos del centro,
los únicos de la derecha. Vamos, que se creen los únicos.
Y mientras para algunas cosas son
muy de cumplir, para otras no tanto y se creen que los ciudadanos somos gilis,
porque miren el titular: Ciudadanos se reúne en secreto con Vox en Madrid para
negociar la Mesa de la Asamblea. Pa mear y no echar gota.
El secreto ha durado menos que una
chupachus en la puerta de un colegio.
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