Chiqui

Leo en algún periódico, porque ya me niego a ver ese programa, que el otro día en el programa Sálvame, Jaime Peñafiel la lio al negarse a compartir tiempo con la colaboradora Chiqui, Almudena Martínez, con la frase: “No me gustan las bufonadas cuando hablo del Rey”.

Cuando leí la noticia les aseguro que me entró la curiosidad y pensaba en escribir algo, y cuando vi la grabación me entró la risa floja, tanto que casi tuve que salir corriendo para el cuarto de baño a toda marcha con la segunda frase: “O se va o me levanto yo.”

Por supuesto que la risa era mi reacción ante la ira y el esperpento que estaba viendo. Seguramente que Peñafiel no se ha dado cuenta, no se ha percatado del circo de varias pistas de dónde saca las perras, con perdón de los profesionales del circo, y el circo en que se ha convertido los personajes de los que él habla, entre el abuelo, el nieto, la abuela, el yerno, la hija, y todos los demás.

No sé si Peñafiel se refería a lo que hacía Chiqui como bufonada por ser pequeñita, que sería además de una gilipollez, además de una falta de consideración o por lo que iba a decir, y digo iba porque no llegó a decir nada, con lo que la única opción que me queda es la gilipollez.

Con lo que se ha tenido ese hombre que tragar en ese programa, con las tonterías que ha tenido que hacer, soportar, oír, y ahora me viene con la chorrada de insultar a una persona por la única razón de que mide 15 o 20 cm menos que el. Ah, y si escribo esto hoy es porque ya no es la primera vez que el señor la insulta con el mismo argumento.

A ver Peñafiel, a ver si se entera que cada uno tiene la estatura que tiene, la que le da la genética; cada cual tiene la preparación que ha podido y lo único cierto es que todos tenemos derecho a comer varias veces al día y lo mismo que se traga cuando Belén Esteban le hace una pregunta, que se nota a tres leguas que le da tres patadas,

Sea un poco educado con Chiqui, que es simpática, que se ve buena gente, que da todo lo que tiene y como ella misma dice nos entretiene, nos divierte y nos hace reír y recuerde que en este país existen un buen montón de bufones, que aunque doble la medida de Chiqui, seguro que tienen mucha menos gracia y menos corazón.

Por último no crea que por esto me ha decepcionado como persona, porque la verdad es que nunca me había caído bien y recuerde que si Chiqui habla de temas intrascendentes, no crea que usted habla de ningún tema de premio nobel.