El azulejo y el tatuaje

Esta mañana paseaba, con lluvia y todo, y en una de las casas por la que pasé me encontré que tenían justo al lado de la puerta un azulejo que de forma identificativa que la casa era de “Juan y Carmen”.

Yo pensé: Eso puede estar muy bien cuando se compra o se construye la casa, pero y el engorro que supone tener que cambiar el azulejo, que nunca se sabe lo que puede pasar y hasta cuando vamos a estar compartiendo esa casa.

- Ah, y mi nombre lo quita de ese azulejo….

Yo creo que nunca pondría una cosa así, por mucho que quisiera a esa pareja con la que compartir casa nueva, porque me daría mucha pereza tenerme que poner a cambiar azulejos, con albañiles incluidos.

Eso es como yo nunca si tuviera una pareja, nunca me tatuaría su nombre en ninguna parte de mi cuerpo. Lo tengo claro porque qué pasa si después se acaba todo. ¿Qué hago con el clásico corazoncito y el nombre? ¿A borrar nombre con lo que duele y tener que tener que pasar dos dolores y dos dolores de bolsillo?.

Por supuesto que no.