Amigo
Coco, que no hay forma eh. Que no hay forma de lo nuestro, que no se
arregla algo que es tan fácil. No creo que lo arreglen, pero da
igual porque no saben lo pesado que llego a ser cuando quiero. No lo
saben todavía, no me conocen. Todas las semanas me voy a pasar por
allí por Las piletas y voy a ver si los cuatro ladrillos, por cierto
algunos hasta rotos, se han bajado o si no se han bajado, para que
podamos entrar tranquilamente, pues pondré la foto. Si lo han bajado
también pondré la foto y daré las gracias.
¿Les cuento la historia completa?
Un día, hace unos meses, estaba en Las Piletas, que por cierto me
tuvo que ayudar un señor a subir el escalón de entrada, y claro no
quieran escuchar mi boquita rajando de la entrada no accesible.
A eso se acerca un señor, al que no conocía y me dice que es el
delegado de no se que, que yo con el sofocón ni me enteré, y me
trata de explicar que eso no se ha arreglado porque la Junta de
Andalucía no les deja, que poco menos que esos cuatro o cinco
ladrillos son Patrimonio de la Humanidad.
Yo, raro en mi, sólo contesté: Pero si esos son ladrillos se
compraron hace unos años en un tejar cualquiera, que esos ladrillos
se pusieron cuando se quitó el albero y se enlosó el suelo.
Supongo que tendrá calificación historica la parte principal de Las Piletas, pero no esos ladrillos medio destrozados.
No quise decir mas, pero cuando llegué a mi casa me puse a buscar
los correos electronicos de Cultura de la Junta de Andalucía de
Cádiz y les mandé a tres o cuatro personas, entre ellas la
delegada, un correo explicando la situación.
A los pocos días recibo una llamada de la secretaria de no se
quien y me dice que no tiene conocimiento de lo que le he escrito,
pero que van a intentar solucionarlo. Ah, muchas gracias le digo
porque uno es educado.
Como han pasado ya un montón de días, debe ser por aquello de
que las cosas de palacio van despacio, es por lo que escribo esto, ya
que la solución de los ladrillos patrimonio de la humanidad,
comprado en sabe dios que tejar, es muy fácil: Quitar los ladrillos,
rebajar el terreno un poco y volver a poner esos u otro ladrillos y
así no tendré que preguntar el próximo sábado ¿que hay de lo
mío?. ¿Verdad Coco?.