Esta mañana por un detalle que no voy a contar, porque no es mío sino que de otra persona. Un detalle que yo presencié y no quiero contarlo, me di cuenta de cómo a veces tenemos que hacer lo que los demás quieren, lo que los demás creen que es lo bueno, lo mono, lo bonito, lo que se debe hacer, en definitiva lo muchos consideran políticamente correcto.
Eso me hizo descubrir como cada día, deben ser los años, me cuesta más aceptar hacer lo que los demás quieren, lo que a los demás le parece bien y cada vez me apetece más hacer directamente lo que me de la gana, por supuesto sin molestar a nadie. Siempre que no se moleste o fastidie a nadie, a otro a otra, pero claro eso a veces cuesta un trabajito...
No hay comentarios:
Publicar un comentario