El chiringuito

Como pueden observar llevo unos cuantos días sin escribir, debe ser el verano que el calor te echa para la calle y no me deja ganas de ponerme delante del ordenador.
Por cierto que hace dos o tres días fui con un amigo a un chiringuito de la playa y verdaderamente fue una cruz ya que no están nada adaptados, por lo menos el que yo fui, y del paseo marítimo al chiringuito hay un escalón de por lo menos medio metro.
Después de salvar el obstáculo con el peligro de acabar revoleados por el suelo el amigo, la silla y yo, conseguimos entrar y poder estar un rato al fresquito y luego organizar otro follón para poder subir el escaloncito, por llamarlo de alguna forma. La subida fue más complicada que la bajada y aquí tuvo que intervenir un camarero, un guardia de seguridad y algún voluntario con algunas copas de mas.
Pero lo que mas me llamó la atención es que estando en el chiringuito me entraron ganas de un pis y ya me veía en medio de la playa dando el numerito, pero antes decidí preguntar a un camarero si había servicios adaptados para minusválidos y la respuesta fue:
- Si hijo, si. El Ayuntamiento nos obliga a tenerlo, pero como ellos después no adaptan el acceso desde la playa lo tenemos de almacén.
Bueno la verdad es que no estaba mal, el servicio, digo.
Ah, que no se me olvide decir que el chiringuito en cuestión se encuentra en la playa de Sanlúcar de Barrameda.