martes, 9 de diciembre de 2003

La reunión

Hola BLNC:
Hoy voy a escribir, voy a escribir para ti y para tu hermano, pero como me dices no lo haré desde ningún aspecto negativo, sino positivo. Debemos procurar buscar todo lo positivo de la vida. No se si en algún momento he dado la imagen en mis escritos de que soy una persona negativa, pero te aseguro que no lo soy en absoluto y no me gustaría que nadie se tomara así lo que escribo.
Suelo tener bastante buen humor y tomarme las cosas con muchísima filosofía, creo que amargarse la existencia no sirve para nada, porque ya bastantes problemas tenemos como para buscárnoslos nosotros mismos.
Como ejemplo te puedo contar algo que me ha sucedido esta mañana:
Hoy en mi trabajo tenía una reunión, que no diré de que era porque escrito puede parecer mucho más rimbombante de lo que es en realidad, porque aunque algunos le den mucha importancia yo me río bastante de eso. La reunión era a las 9’30 de la mañana y como me conozco la historia me presenté en el lugar indicado diez minutillos antes y ¡Sorpresas te da la vida!, a pesar de que sabían todos que a esa reunión iríamos mi silla y yo, a pesar de existir en la empresa cuarenta salas donde celebrarla, no se les había ocurrido otra cosa que ponerla en un sitio con seis escalones para bajar. ¿Qué son seis escalones?. Todo depende de para quien. Para mi los seis escalones pueden llegar a convertirse en todo un mundo.
No me lo pensé dos veces. Esperé justo encima del primer escalón que pasaran los diez minutos y mas, con lo que después de otros 15 sonó, como esperaba, el móvil y la pregunta fue ¿No vendrás a la reunión?. Si, claro. Por supuesto que pienso ir. Lo que no se es cuando, porque estoy aquí esperando a ver si los escalones se convierten en rampa, como la calabaza de Cenicienta.
Les aseguro que no tardaron ni dos minutos en aparecer todos los reunidos con los papeles en la mano y deshaciéndose en excusa.
¿Qué hacemos?.
Ah, no se. Yo veo tres opciones: La de dar con la varita mágica ya la he intentado, pero no funciona. La de que me bajéis entre todos como una procesión de semana santa no me apetece, así que creo que la mas razonable es que nos pasemos a otra sala. ¿Qué os parece?.
Por supuesto que esta fue la opción que todos aceptaron después de que todos me recordaran su mala memoria.
Por cierto, le dices a tu hermano que sofoquinas por el tema de las barreras precisas. Que proteste todo lo necesario y de forma contundente, pero que no se tome berrinches, que después los que lo sufrimos somos nosotros.

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