sábado, 31 de agosto de 2013

A todos gracias, que no es bien nacido.....





Hoy quería compartir con todos vosotros, porque se supone que esto es un blog donde de vez en cuando desnudo un poco mi alma sin ningún pudor, ¡sólo el alma, eh!, lo que se supone que será una nueva etapa de mi vida. Comienza una nueva vida, una nueva forma de vivir y comenzó ayer a las dos y media de la tarde cuando algunos compañeros de trabajo y amigos, y algunos amigos compartimos unas horas de lo que se suele hacer en los momentos alegres: convivencia, comida, bebida, risas y recuerdos, muchos recuerdos de veinticinco años. Aunque no llegaron a conseguir que llorase, que faltó muy poquito y algún puchero salió, pero siendo sincero las lagrimas aparecieron a partir de las dos de la noche cuando caí en la cama y fueron volviendo los recuerdos del día, los recuerdos de veinticinco años. Las vivencias que después de que se fueron todos fueron llegando a mi mente con la tranquilidad de un plato de sushi en compañía del último mohicano del día, Eduardo, y un cubatita, sólo uno, antes de irnos cada mochuelo a su olivo. Pero esas lágrimas en soledad eran de felicidad.
El último día en el puesto de trabajo
Manolo, no puedo poner aquí los nombres de todos como tú me has dicho 30 veces, pero se va a hacer muy largo y ya aburro bastante con mi relato como para terminarlo con una lista de nombres.
Estas letras quiero que sean el agradecimiento a todos por esas palabras que no dije ayer, que la verdad es que se me da mucho mejor teclear en el ordenador que hablar delante de la gente, aunque sean amigos y me negaba a leer un papel. Además me alegro que no hubiese discursos grandilocuentes contando lo maravilloso que es uno, que cada cual es cada cual y como decía Javier cuando ya nada más que quedábamos los últimos de filipinas viendo la bonita puesta de sol de la tarde, lo que más me gustó del día fue la informalidad con que estuvimos todos, nada de encorsetamientos y hasta el sol vino a dar calor cuando le dio la gana.
A todos gracias y ahora ya sabéis a dar el tostón por las oficinas protestando, ir a darle de comer a las palomas, ¿verdad Baldomero?, y a ir el día veintitantos a la puerta del banco a las siete de la mañana.
Ya aqui casi ejerciendo de jubilado
No. Esos son los tópicos divertidos que me gusta contar, pero espero ahora hacer muchas cosas más, aunque estoy convencido que me va a faltar tiempo porque creo que a partir de hoy me voy a dedicar más a disfrutar de esas gafas de sol que me habéis regalado, que del “peluco” de lujerio que llevaré en la muñeca, aunque prometo no hacerle mucho caso.
¿Sabéis cuando me voy a dar el lote de llorar?. Cuando comience a leer esas frases que habéis puesto en el libro que conservaré con todo el cariño del mundo, pero coño, ni que fuera una comunión.
No quiero escribir más que creo que me estoy poniendo más almibarado que esa tarta de chupes que me regalasteis ayer, que no pude comer pero da igual, con ese 0 de inicio de una nueva etapa.
Comienza un nuevo tiempo, y con otros tiempos, aunque todavía me encuentre como se suele decir como un perro sin amo.

Es que son 25 años de alegrias, vivencias, convivencias
25 años tambien con momentos duros, que no debemos olvidarlos tampoco

25 años de vernos todos los días
 

Ni el jefe soltó discursito

Mora, como te hicieron entregarme la tarta de chuches, que ninguno de los dos podemos comerlas
 
Nano, no te preocupes que prometo asistir a la tuya, aunque falten 15 años
  
Y el último en irse no fue el Sol



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