miércoles, 16 de octubre de 2013

Marcial Lafuente Estefanía



Esta mañana he estado grabando la parte que me toca del programa de Costa Noroeste, Cita en Palacio, que se emitirá esta noche y que en está ocasión está dedicado a la Plaza de Toros de Sanlúcar de Barrameda, a su historia y curiosidades sobre la misma. Lo que más me ha impresionado es el sonido en el centro de la plaza. Imagino que ponerse en medio de esa plaza cuando esté llena de gente debe ser algo impresionante.
Cuando me dirigía al lugar de grabación y pasaba por la plaza que está delante del coso taurino, donde tiene un busto el torero José Martínez Limeño, que fue colocado el año 1985 me encontré con una persona que estaba al solito, ya hace fresco por las mañanas, y leía algo que en mis tiempos de niño era muy normal, pero que ahora está totalmente en decadencia y hacía muchos años que no veía. El señor sentado en uno de los bancos de la plaza leía una de las en otro tiempo famosas novelas del Oeste, una de las novelas de Marcial Lafuente Estefanía.
Recuerdo que mucha gente las leía hace unos años. No quiero ser machista, pero los hombres leían las novelas de Estefanía y las mujeres las de Corín Tellado. Incluso me acuerdo que en la mayoría de los kioscos de chucherías había unas cajas con novelas del Oeste y de Corín Tellado y las personas iban a cambiarlas. Las cambiaban pagando una pequeña cantidad, con lo cual se evitaban el gasto de comprarlas. Los kioscos eran unas bibliotecas de asuntos de amores, de rodeos o de de guerra, que también estaban las de Hazañas Bélicas.
Hoy han venido a mi mente los recuerdos de mi abuelo sentado al solito leyendo una de esas novelas de Marcial Lafuente Estefanía.
A mí, la verdad, nunca me gustaros las novelas de Estefanía. Cuando pequeño prefería el Capitán Trueno o el TBO y más tarde me inicié en los libros, todavía recuerdo que el primer libro que leí completo fue Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas, aunque antes me habían leído en San Juan de Dios, en Sevilla. No recuerdo que hermano, cada día un capítulo del libro Guillermo Tell.  

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