A raíz de que hace unos días pusiera en Facebook que se podía
dedicar la rotonda que se encuentra cerca de Las Piletas a la Caña,
a los Cañaverales, he recibido un mensaje que dice: “Barba, ¿tú
no sabes que la caña es una planta invasora?”.
Claro que lo sabía, pero no creo que eso sea tan
importante. La caña me parece una planta que abunda muchísimo en
Sanlúcar y que me recuerda, por lo menos a mí, aquellos Tollos de
los Navazos perdidos, desgraciadamente, y de los que les hablaré más
abajo.
Mire usted, que la Caña o los Cañaverales son
invasores… Bueno, yo siempre he pensado que a todos los invasores
lo que hay que hacer es controlarlos y no dejar que nos dominen. Mire
usted, las plantas invasoras pueden llegar a ser peligrosas cuando se
dejan a su libre albedrío y van tomando terreno, como todos los
invasores, pero mientras estén controladas, por ejemplo dentro de
una rotonda, ¿dónde está el peligro?
Yo es que debo de ser un poco maniático, o mucho,
pero me parece mucho más invasor y peligroso, por la cantidad de
agua que roba a las demás plantas, el césped. Que en Andalucía no
estamos para esos derroches.
Y ahora voy a la parte de recordar:
Estoy convencido de que los más jóvenes ni
siquiera se han enterado de que la Caña, que los Cañaverales,
fueron la salvación de muchos Navazos, de muchos Tollos que estaban
alrededor en todos los Navazos sanluqueños.
¿Cuál era la función del cañaveral? Todos los
Navazos, todos los campos que tenían sus Tollos, tenían también
sus cañaverales para evitar que la arena de los Bardos cegase o
enterrase los agujeros que daban agua a los campos, que eran los
Tollos.
Alrededor había una serie de plantas que
permitían que el agua manara y se pudiera regar los campos, sobre
todo los Navazos. Con lo cual creo que los cañaverales fueron la
salvación de muchos navaceros. Así que no nos pongamos tan
melindrosos con ellos, que, como dice el título de este blog: Nadie
es perfecto.