Hablaba con un amigo que tiene un Blog y me hace una pregunta que me dejó descolocado. Esta fue de forma aproximada la conversación que mantuvimos:
- ¿Cómo es que tienes tan pocos comentarios en tu blog?.
- Ah, pues no se. Eso es algo que no me preocupa, me gustaría que hubiese mas, pero tampoco me quita el sueño. ¿Tu tienes muchos?.
- Si, y el día que no entra ninguno me los invento.
- ¡Comorrrrrr!.
- Si hombre, me los invento. Eso lo hace mucha gente.
- ¿Qué todo el mundo se inventa los comentarios que aparecen en sus blogs?.
- Si un blog no tiene comentarios la gente no se anima a participar, por lo que al principio es importante que pongas algunos inventados por ti.
- Eso me parece simplemente una estafa y además una gilipollez.
- Que no hombre, que lo hace todo el mundo. Hasta algunos periódicos o portales de información tienen contratada gente, o simples becarios, que les escribe los comentarios que se publican en sus páginas.
- Lo siento pero yo no pienso ponerme a escribir los comentarios, y si no hay ninguno me la trae al fresco.
- Nunca llegarás a ninguna parte.
- Coño, si yo no quiero ir a ningún sitio, si yo lo único que pretendo es divertirme escribiendo y publicando aquello que me apetece.
- Definitivamente, a ninguna parte.
- ¿Cómo es que tienes tan pocos comentarios en tu blog?.
- Ah, pues no se. Eso es algo que no me preocupa, me gustaría que hubiese mas, pero tampoco me quita el sueño. ¿Tu tienes muchos?.
- Si, y el día que no entra ninguno me los invento.
- ¡Comorrrrrr!.
- Si hombre, me los invento. Eso lo hace mucha gente.
- ¿Qué todo el mundo se inventa los comentarios que aparecen en sus blogs?.
- Si un blog no tiene comentarios la gente no se anima a participar, por lo que al principio es importante que pongas algunos inventados por ti.
- Eso me parece simplemente una estafa y además una gilipollez.
- Que no hombre, que lo hace todo el mundo. Hasta algunos periódicos o portales de información tienen contratada gente, o simples becarios, que les escribe los comentarios que se publican en sus páginas.
- Lo siento pero yo no pienso ponerme a escribir los comentarios, y si no hay ninguno me la trae al fresco.
- Nunca llegarás a ninguna parte.
- Coño, si yo no quiero ir a ningún sitio, si yo lo único que pretendo es divertirme escribiendo y publicando aquello que me apetece.
- Definitivamente, a ninguna parte.
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