Después de mucho tiempo sin contar nada de la
radio, hoy quiero relatarles un capítulo que he recordado y que se completa con
dos historias sobre los mismos personajes y con dos historias que también
quiero contar porque a veces no nos acordamos cuando sucedieron:
Era el año 1984, no recuerdo bien la fecha
exacta porque en esos días hubo varias ruedas de prensa y declaraciones, pero
entonces la Casa de Maternidad de Sanlúcar se encontraba con problemas, que al
final terminarían con el cierre de la misma y en una de esas ruedas de prensa
que celebraban las fuerzas sociales de la ciudad en la misma Casa de
Maternidad, donde estaba Gerarda Orleans Borbón, nieta del Infante Alfonso y
presidenta de la Cruz Roja de Sanlúcar de Barrameda, una vez que hubo terminado
la misma le dije que si querría ir a nuestra radio, a Radio Joven, que entonces
se encontraba en la calle Pirrado.
Puedo ir el viernes a las siete, me dijo,
pero tenéis que ir a buscarme y llevarme luego, porque tengo bastante prisa y
no quiero perder el avión que debo coger esa misma tarde.
Vale, sin problema. Y recurrí como chofer a
mi amigo Diego, que en su Renaul 6 nos fuimos a por ella, con el tiempo justo
como buenos sanluqueños, al Botánico.
¿No vamos un poco justos de tiempo?, iba diciéndonos
por el camino, y nosotros le decíamos que no, que sobraba tiempo.
Pero como la ley de Murphy dice que si algo
puede salir mal, saldrá mal, pues a nosotros esa tarde la famosa ley nos hizo
la puñeta, porque, ¿a cuántas personas de Sanlúcar y forasteros conocen que se
les haya pinchado el coche en la plaza Madre de Dios?. Seguro que a ninguno.
Pues ya conocen a unos.
La cara de mi amigo era un poema, el de
Gerarda ni les cuento, mientras preguntaba una y otra vez, ¿qué ha pasado, que
ha pasado?. Y repetía de forma machacona que no llegábamos, que no podríamos
hacer la entrevista.
Igual que conozco a nadie que haya pinchado
en esa calle, les aseguro que tampoco ha visto en mi vida a nadie que cambie la
rueda del coche tan rápido como Diego ese día.
Al final pudimos hacer la entrevista, todo
salió bien, pero nuestros sudores pasamos.
La segunda historia ocurrió ese mismo año
1984 y con la misma persona. De esta anécdota me acuerdo de la fecha exacta, el
11 de agosto y el día siguiente Gerarda de Orleans había organizado una Fiesta
Medieval en el Palacio de Orleans. Una fiesta benéfica que en ese momento
intentaba recaudar dinero para la reapertura del Hospital de San Diego, que en
esos momentos se encontraba cerrado. De esta fiesta dos anécdotas, una que el
torero Paco Ojeda regaló un traje de luces que sería subastado junto a otros objetos
y la otra, que nunca llegué a saber si fue cierta o simplemente un mito de los
tantos que achacan al personaje, es que la duquesa de Medina Sidonia asistió
vestida de mendiga. Nunca he conseguido saber si fue verdad o no.
Para esta fiesta se me había antojado volver
a hacerle una entrevista a Gerarda de Orleans y quedamos un día antes de la
misma en el Botánico, yo ya no estaba dispuesto a pasearla nunca más por las
calles de Sanlúcar.
Vuelvo a recurrir a mi amigo Diego y ahí que
nos vamos los dos, esta vez en un vespino, a las cuatro de la tarde, “con to el
caló” y llegamos al Botánico y está esperándonos en la puerta un chiquillo que
tendría unos ocho o nueve años, que era hijo de Gerarda y que nos acompañó por
el largo camino del Botánico, el en bicicleta y nosotros en el vespino.
Por el camino, yo en uno de esos ataques de
tontería que se tienen de vez en cuando, no se me ocurre otra cosa que
preguntarle al niño desde la moto.
- Oye,
¿y a tu madre como debo llamarla?.
A lo que el niño, encogiéndose de hombros me
contesta:
- No
sé, yo la llamo Mami.
Creí que se me caía el mundo encima y acercándome
al oído de Diego le dije:
-
Ves
lo que pasa por gilipollas.Fijate como me quedé que ni siquiera recuerdo si la entrevista se llegó a hacer, supongo que si.
1 comentario:
buenísimos esos recuerdos,esas vivencias de una radio a la que yo,como aficionado a la radio,echo de menos.
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