lunes, 22 de abril de 2013

Mi historia en la Radio (Capítulo V)



Después de mucho tiempo sin contar nada de la radio, hoy quiero relatarles un capítulo que he recordado y que se completa con dos historias sobre los mismos personajes y con dos historias que también quiero contar porque a veces no nos acordamos cuando sucedieron:
Era el año 1984, no recuerdo bien la fecha exacta porque en esos días hubo varias ruedas de prensa y declaraciones, pero entonces la Casa de Maternidad de Sanlúcar se encontraba con problemas, que al final terminarían con el cierre de la misma y en una de esas ruedas de prensa que celebraban las fuerzas sociales de la ciudad en la misma Casa de Maternidad, donde estaba Gerarda Orleans Borbón, nieta del Infante Alfonso y presidenta de la Cruz Roja de Sanlúcar de Barrameda, una vez que hubo terminado la misma le dije que si querría ir a nuestra radio, a Radio Joven, que entonces se encontraba en la calle Pirrado.
Puedo ir el viernes a las siete, me dijo, pero tenéis que ir a buscarme y llevarme luego, porque tengo bastante prisa y no quiero perder el avión que debo coger esa misma tarde.
Vale, sin problema. Y recurrí como chofer a mi amigo Diego, que en su Renaul 6 nos fuimos a por ella, con el tiempo justo como buenos sanluqueños, al Botánico.
¿No vamos un poco justos de tiempo?, iba diciéndonos por el camino, y nosotros le decíamos que no, que sobraba tiempo.
Pero como la ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal, pues a nosotros esa tarde la famosa ley nos hizo la puñeta, porque, ¿a cuántas personas de Sanlúcar y forasteros conocen que se les haya pinchado el coche en la plaza Madre de Dios?. Seguro que a ninguno. Pues ya conocen a unos.
La cara de mi amigo era un poema, el de Gerarda ni les cuento, mientras preguntaba una y otra vez, ¿qué ha pasado, que ha pasado?. Y repetía de forma machacona que no llegábamos, que no podríamos hacer la entrevista.
Igual que conozco a nadie que haya pinchado en esa calle, les aseguro que tampoco ha visto en mi vida a nadie que cambie la rueda del coche tan rápido como Diego ese día.

Al final pudimos hacer la entrevista, todo salió bien, pero nuestros sudores pasamos.
La segunda historia ocurrió ese mismo año 1984 y con la misma persona. De esta anécdota me acuerdo de la fecha exacta, el 11 de agosto y el día siguiente Gerarda de Orleans había organizado una Fiesta Medieval en el Palacio de Orleans. Una fiesta benéfica que en ese momento intentaba recaudar dinero para la reapertura del Hospital de San Diego, que en esos momentos se encontraba cerrado. De esta fiesta dos anécdotas, una que el torero Paco Ojeda regaló un traje de luces que sería subastado junto a otros objetos y la otra, que nunca llegué a saber si fue cierta o simplemente un mito de los tantos que achacan al personaje, es que la duquesa de Medina Sidonia asistió vestida de mendiga. Nunca he conseguido saber si fue verdad o no.
Para esta fiesta se me había antojado volver a hacerle una entrevista a Gerarda de Orleans y quedamos un día antes de la misma en el Botánico, yo ya no estaba dispuesto a pasearla nunca más por las calles de Sanlúcar.
Vuelvo a recurrir a mi amigo Diego y ahí que nos vamos los dos, esta vez en un vespino, a las cuatro de la tarde, “con to el caló” y llegamos al Botánico y está esperándonos en la puerta un chiquillo que tendría unos ocho o nueve años, que era hijo de Gerarda y que nos acompañó por el largo camino del Botánico, el en bicicleta y nosotros en el vespino.
Por el camino, yo en uno de esos ataques de tontería que se tienen de vez en cuando, no se me ocurre otra cosa que preguntarle al niño desde la moto.
- Oye, ¿y a tu madre como debo llamarla?.
A lo que el niño, encogiéndose de hombros me contesta:
- No sé, yo la llamo Mami.
Creí que se me caía el mundo encima y acercándome al oído de Diego le dije:
-  Ves lo que pasa por gilipollas.
Fijate como me quedé que ni siquiera recuerdo si la entrevista se llegó a hacer, supongo que si.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

buenísimos esos recuerdos,esas vivencias de una radio a la que yo,como aficionado a la radio,echo de menos.