Desde hace un montón de años, seguro que mas de 25, porque recuerdo que eso ya lo hacía cuando vivía en la Barriada de Andalucía, tengo la tradición, que no recuerdo como comenzó de empezar el año, la mañana del día 1 de enero leyendo un poquito, lo mismo para que ese ejercicio siga todo el año que nade.
Hoy, no podía ser menos, y como
tengo la costumbre de leer en la calle, tampoco se cuando nació esa manía, me
fui a intentar desayunar, y digo intentar porque todo o casi todo estaba hoy
cerrado, que los dueños de los bares también tienen derecho a descansar.
Por fin encontré en la Dehesilla
una cafetería abierta donde poder desayunar, la Confitería, y poder leer un
ratito al solito mientras me comía la media tostada con mantequilla y el descafeinado.
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